miércoles, 27 de febrero de 2008

AGUILA



AGUILA MORA
(Geranoaetus melanoleucus)

CLASE: Ave.
ORDEN: Falconiformes
FAMILIA: Accipitridae
DISTRIBUCION : Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil.
ALIMENTACION: Pequeños mamíferos, aves medianas, reptiles, invertebrados y carroña.
BIOLOGIA: Habita en las zonas donde predomina la hierba o la vegetación no muy alta. Se le documenta hasta los 4500 metros de altura. Su longitud alcanza de 60 a 70 cm. La hembra deposita entre 2 y 3 huevos, los que son incubados por un término de 43 a 45 días. Los polluelos están en condiciones de volar a los 65 días de vida.

Sabías qué?

La envergadura de alas es de casi 2 m.

enterate

EL SIMBOLISMO DEL AGUILA

Por Esteban Ierardo

El águila: erupción de dignidad, libertad y fascinación. Ave majestuosa entroncada con el sol, la tormenta, el ímpetu guerrero, el triunfo del espíritu sobre la materialidad inerte. En este momento de Simbolismo animal de Temakel, intentaremos respirar cerca del gran pájaro. Primero recordaremos los ancestrales sentidos simbólicos del águila; y, luego, meditaremos sobre el humano hechizado por el anhelo de asemejarse al pájaro soberano de las alturas.

l. De las fauces del sol emerge un aleteo remoto. El Rey de las Aves nace del gran fuego celeste. Su hogar es lo alto. Desde la cima de la bóveda, la tierra es lejana. Pero el ojo aguileño acerca lo distante. Y las alas del gran pájaro planean con suavidad. Acicalan dulces rumores de aire; intuyen, anticipan, los senderos del viento. Y, acaso en el mediodía, el ave del pico ganchudo y las garras ásperas, baila en círculos. Esculpe una ronda circular sobre el mar y los suelos. Y la familia de símbolos de los hombres espolvorean sus plumas.

En el lenguaje de los jeroglíficos egipcios, la letra A se representa con la imagen del águila. Su significado es el calor vital, lo diurno, el origen. La existencia del ave altiva es a pleno sol; de ahí su parentesco con el aire, el fuego, y su asociación con la fuerza fecundante masculina, con la figura del padre. El águila atisba de un extremo a otro el horizonte, por lo que para los hititas es la divinidad solar omnisciente. Su opuesto es la lechuza, pájaro de la oscuridad nocturna y la muerte.

El águila es poder que desciende desde lo alto con la velocidad del relámpago. Es potencia que se abate feroz sobre la víctima. Es, por tanto, fuerza guerrera. Los influjos bélicos, las virtudes combativas del gran ave, relucen en los escudos de armas y emblemas nacionales de reyes alemanes, duques de Baviera, Silesia y Austria, los margraves de Brandeburgo y los reyes de Polonia. El águila como símbolo heráldico fundamental. En la heráldica europea existe también la costumbre de la representación del águila bicéfala, doble águila. En 1433, el pájaro de dos cabezas, asociado con la deidad romana Jano, se convierte en blasón de los emperadores romanos-germánicos. Luego de la disolución del imperio es símbolo del Imperio de Austria (hasta 1919), y de la Rusia Zarista (hasta 1917).

En el Aventino, Rómulo contempla un águila. La estima señal de buen augurio. El ave se convierte luego en estandarte y emblema del Imperio Romano. Para los chinos el pájaro altivo es vigor, fortaleza; al aparecer sentado sobre una peña simboliza al luchador que aguarda un combate decisivo. Quauhtli (águila) es el nombre del decimoquinto de los veinte signos del calendario azteca. El nacido bajo su influencia promete futuras cualidades guerreras. El águila es también el ave imperial de los aztecas. El antiguo pueblo dominador y sacrificador de Mesoamérica posee la Orden de Aguilas y los jaguares, su aristocracia guerrera. En el siglo Xll, los aztecas descubren un águila que se posa sobre un cactus. Esta es la señal del lugar donde erigirán Tenochtitlán, que brilló donde hoy se emplaza la actual capital de México.

El águila es luz vencedora de las potencias oscuras. En este rasgo simbólico se manifiesta como matadora de serpientes y dragones. Serpientes enrolladas en el pico aguileño aparecen en el blasón de México. En la India, el águila es Garuda, que lucha contra la serpiente. La iconografía cristiana expande la significación del pájaro de mirada ceñuda como bien triunfante. Se asocia con el evangelista Juan, el profeta Elías y el Cristo resucitado. Su vuelo hacia la altura se lo relaciona con la Ascensión de Cristo. El águila deviene así mensajero celestial. En la India le llevaba el soma a Indra. Para San Jerónimo es emblema de la elevación propiciada por la Oración.

El águila y la renovación solar: en antiquísimos sepelios reales, el cadáver del soberano es obsequiado a las llamas. Mientras el fuego consume los restos, se hace volar un águila, vehículo alado del alma del muerto en su viaje hacia los dioses; hacia el sitio celeste de una resurrección. La fusión del águila con el sol y sus rayos propicia la alquimia de su rejuvenecimiento. En la Siria Antigua, el águila con brazos humanos simboliza la adoración del sol. Según el decir de Hohberg, en 1675, "...cuando sus plumas se vuelven incapaces para el vuelo, el águila se rejuvenece y renueva en la llama del sol". El gran ave también puede rejuvenecer lanzándose tres veces sobre el agua; de ahí su vínculo con el Bautismo y las pilas bautismales.

En el águila late el ojo ígneo de la visión. Lo visionario. Para algunos Bestiarios, el ave altiva puede escrutar intensamente el sol, sin enceguecerse. Signo de la familiaridad entre el ojo aguileño y el fogoso rayo solar. En los vitrales góticos, el águila eleva a sus polluelos aun no aptos para el vuelo, para enseñarles el modo de contemplar el esplendor del Astro Rey.

La mirada aguileña siempre se expande hacia la lejanía. Su voluntad se entrelaza con lo remoto y se desentiende de lo cercano. La visión del gran pájaro no es sólo poder de acercamiento físico a lo distante; es visión preñada de agudeza intelectiva, de "pensamientos de águila". El influjo de ese pensar sobre los humanos, los desvía de la vida cotidiana, los impele a colisionar, con mordacidad y firmeza, contra lo instituido. Los consagra al inconciente hechizado por el águila y sus vuelos del espíritu.

Y el águila planea ágil en el nervio de la tormenta. En las antiguas monedas macedónicas, se acuña la estampa aguileña como expresión del rayo. Su capacidad de elevarse en las alturas, y luego de descender en fulminante caída, es relacionada con la descarga fulminante del rayo. Es así el pájaro de la tempestad. Los indios de la costa noroeste de Estados Unidos representan al águila como Thunderbird, el pájaro de trueno. Al combatir con las espíritus del mundo de los muertos provoca las tormentas. Incorporada a los postes totémicos de los clanes, alude al fundador mítico del grupo.

Y el gran pájaro, con su vuelo de alas nítidas y rudas, es indicio también de lo que pude volatizarse, sublimarse, hacerse sutil. El águila como símbolo de la volatización. Cuando el ave solar devora al león, significa el triunfo de la imaginación y el espíritu sobre el caos material. Es volatización, sublimación, del impulso instintivo y terrenal.

ll. El símbolo muta la mudez posible de las formas. El desierto puede recluirse en su vastedad estéril; el océano diluirse en sus planicies amorfas de líquido, y los bosques extraviarse en sus apelotonados collares de árboles. Pero lo simbólico permite que el desierto, el mar y el bosque, se excedan a sí mismos, y se liguen con un sentido superior y universal.

Y el águila surca el cielo y cosecha en las tierras celestes, semillas de sentidos. El cielo surcado por su majestad no puede ser ya espacio neutro, mudo, inexpresivo. El ave del escrutar incisivo inventa sobre los crepúsculos, castillos de significaciones. Para habitar en aquel lugar celeste, habría que ser como águila. Ser como el pájaro de la tormenta. Ser respiración humana animada por la agudeza de una visión; por la decisión de un salto audaz; por el coraje guerrero y la mística de la adoración del sol y la renovación.

Ser como águila. Ser triunfo sobre el peligro de la materia fangosa, sin conciencia; ser luz expansiva y habitante de la altura que vence al dragón del caos; rugido poderoso y creador de la tormenta; danza del espíritu sutil sobre piedras pesadas y sin amor a lo lejano.

Ser como águila: alas y el ojo, en los que el pensamiento asciende a la nube más secreta.

aguilas

ÁGUILA CULEBRERA
También es un ave migratoria. Llega a Igea en el mes de febrero o primeros días de marzo. Durante varios días sobrevuelan el territorio con sus paradas nupciales y reconstruyen su antiguo nido o hacen uno nuevo, si es que el del año anterior fue profanado por alguien. Sólo ponen un huevo blanco de gran tamaño en un nido construido en un pino escondido. A veces lo construyen en la copa de algún enebro, carrasca o sabina. En Igea anidan una pareja en la Dehesa y otra en los Manzaderos.

El polluelo permanecerá en el nido hasta últimos de julio o primeros de agosto. Durante este tiempo los padres le alimentarán a base de culebras, lagartos y algún sapo o gazapo. La cría traga poco a poco y sin trocearla la culebra que le traen sus padres. Desde lo alto del cielo divisan a los reptiles que cazan con sus garras y pico. Antes de engullirla o transportarla al nido le rompen la espina dorsal -descadenan- para que no pueda huir del nido. Nos abandonan con los primeros días de septiembre.

4.- ÁGUILA REAL
Es la mayor de las rapaces que tenemos por esta zona. Que yo sepa sólo hay dos parejas que visitan la sierra de Alcarama como territorio de caza y que nidifican por los riscos del Linares pero también tiene algunos otros nidos abandonados por el Alcarama.

Su tamaño es igual al de un buitre y su color, marrón tirando a negro. Como todas las grandes águilas tiene las patas cubiertas de pelo, su pico es corvo y fuerte y las garras preparadas para cazar y abatir fácilmente a sus presas. El tamaño de la hembra suele ser mayor que el del macho.

Construye su nido en el abrigo de un risco, por lo general inaccesible, con ramas secas, algo de lana y plumas suyas. También hace a veces, las menos, el nido en algún pino. Tienen varios nidos para criar y dependiendo del año van a nidificar a un sitio o a otro pero siempre dentro de su mismo territorio de caza que suele alcanzar varios kilómetros. Pone un huevo que incuba la hembra. A veces pone dos huevos pero una de las crías siempre fenece o el huevo sale güero. Se diferencia del águila imperial en que siempre cría en los riscos y en que la imperial tiene los hombros y la cabeza casi blancos. Es el ave más bella y vigorosa que tenemos.

Su silueta en el cielo se distingue de los buitres en que la cola es más alargada y planea siempre sola o en compañía de su pareja. También emite un ligero canto -cri,cri,cri- desde lo alto del cielo. Caza durante el día y se alimenta exclusivamente de caza. Pocas veces aprovecha la carroña.

Como todas las rapaces, ha sido perseguida por ley hasta el año 1970 en que pasó de ser alimaña a ave protegida. Actualmente los entendidos calculan que hay de quince a veinte parejas en la Rioja. Su disminución se debe a la merma de los conejos, liebres y perdices. Con la repoblación forestal llevada a cabo en la sierra ha desaparecido de muchos sitios la caza menor que era la base de su alimentación

aguila




El águila calva

El águila calva vive y hace su nido cerca de ríos o lagos. Las águilas comen peces, mamíferos pequeños, y aves del agua. Un águila puede volar de 20 a 40 millas por hora. Águilas también pueden nadar. El águila es nuestra ave nacional.

Aves II

Texto: Lourdes Navarijo
Ilustraci�n: Odile Herrenschmidt

A todos nos gustan los p�jaros.

Los admiramos porque son bellos, porque cantan, porque hacen nidos, porque tienen variados colores y, sobre todo, porque vuelan.

Seg�n los sabios, el tatarabuelo de los p�jaros vivi� hace 150 millones de a�os y ten�a un nombre muy raro. Se llamaba archaeopterix.

Hoy, los p�jaros se encuentran en todas partes: en los polos, en los tr�picos, en los desiertos, en las estepas, en los bosques, en el campo, en los mares y en las ciudades.

Imagen que representa un archaeopterix

�Pero qu� es un p�jaro?

La mayor�a de la gente dice: "Un p�jaro es un animal que vuela".

Sin embargo, los ping�inos son p�jaros y no vuelan; las moscas vuelan y no son p�jaros.

Quiz�s sea mejor decir: "Un p�jaro es un animal con plumas", porque todos los animales que tienen plumas son p�jaros. Claro que, adem�s de plumas, tienen columna vertebral, dos patas, dos alas, un pico, y algo m�s: nacen de huevos.

Las plumas son lo que hace a los p�jaros diferentes de otros animales.

�Sab�as t� que en la Tierra hay miles de millones de p�jaros, divididos en casi nueve mil especies?

Y son de much�simos tipos: acu�ticos y terrestres, grandes y peque�os, de patas largas o cortas, de picas fuertes o d�biles, diurnos y nocturnos. El p�jaro m�s grande es el avestruz, que mide dos metros y medio, pesa m�s de cien kilos y corre tanto como un autom�vil. El m�s peque�o es el colibr� abeja que mide unos pocos cent�metros y es tan liviano como una mota de algod�n.

En M�xico existen m�s de mil especies de p�jaros.

�M�s que en los Estados Unidos y el Canad� juntos!

Imagen que muestra la variedad de especies de aves que existen, por ejemplo ping�inos, guacamayas, el colibr�, el pato, la gaviota, la garza, etc.�

Igual que t�, los p�jaros necesitan de un tipo de ropa para proteger su piel. La ropa de los p�jaros es su plumaje. Las plumas son livianas y durables, lo que las hace muy �tiles para el vuelo. Funcionan como un sistema de aire acondicionado: cuando hace fr�o, retienen el calor; cuando hace calor, mantienen el cuerpo fresco. Algunas aves acu�ticas, como los patos, tienen una capa profunda de plumas que evita que se enfr�en. Tan importante como eso, es el color de las plumas. Los colores atraen a la pareja y, a la mayor�a de los p�jaros les permiten confundirse con el medio donde habitan. As�, la hembra puede empollar sin atraer la atenci�n de sus enemigos.

�Sabes cu�ntas plumas tienen los p�jaros?

En general, su n�mero depende del tama�o y de la �poca.

Por ejemplo, un colibr� tiene 1,500 plumas, en tanto que un cisne tiene m�s de 25 mil.

Con el uso constante, las plumas suelen desgastares y desprenderse.

Una o dos veces al a�o los p�jaros cambian de plumaje.

Eso es lo que se llama muda, o sea el cambio de sus plumas viejas o gastadas por otras nuevecitas.

Imagen donde aparece un cisne con un par de patos en un lago

Los p�jaros son muy aseados. Todos los d�as, antes de hacer otra cosa, se ba�an cuidadosamente. Algunos se sumergen en el agua; otros se revuelcan en el polvo, en la nieve o en el c�sped; otros, en fin, aprovechan el roc�o de la ma�ana para darse un buen regaderazo. Ciertas aves consiguen que las limpien las hormigas: tendidas l�nguidamente, como en la mejor de las peluquer�as, esperan a que esas laboriosas obreras eliminen los par�sitos de sus plumas.

Despu�s del ba�o, los p�jaros van a desayunar. Son exigentes y les gusta que sus alimentos tengan muchas prote�nas.

Son, tambi�n, incansables y pueden recorrer kil�metros y kil�metros hasta dar con la comida apropiada.

Un pajarito puede volar casi cien kil�metros, de �rbol en �rbol, buscando insectos, sin salir de un parque o de un jard�n peque�o.

Los p�jaros no tienen dientes.

Por ello, para moler la comida, usan el buche. Existen p�jaros herb�voros, que son los que s�lo comen vegetales; carn�voros, que s�lo comen carne, y omn�voros, que comen de todo.

Imagen donde aparecen varias aves ase�ndose

�Solamente los p�jaros tienen pico? �No! Las tortugas tambi�n lo tienen. Y, adem�s, un mam�fero, el ornitorrinco. Pero, todos los p�jaros tienen pico. Esa es su boca. Recuerda que el pico puede cortar la comida pero no mascarla. El buche cumple la tarea de desmenuzar el alimento. Con el pico los p�jaros obtienen su comida, se defienden de sus enemigos, construyen sus nidos y arreglan sus plumas.

La forma del pico depende de sus h�bitos alimenticios y permite a cada especie obtener el sustento de la mejor manera.

Seguramente te han platicado del pel�cano. �l tiene un pico en forma de bolsa, donde almacena los peces que comer� durante el d�a. Las �guilas, los b�hos y otras aves poseen un pico curvo y fuerte que les sirve para cortar la carne de sus presas. El pico de algunas cig�e�as es muy �til para atrapar a las resbaladizas ranas, uno de sus platos favoritos. Por su parte, el colibr�, que prefiere el n�ctar de las flores y los insectos, tiene un pico puntiagudo y una larga lengua. O sea que t� podr�as concluir: "Dime c�mo es tu pico y te dir� lo que comes".

Imagen donde se aprecian los diferentes tipos de pico que existen dentro de las aves

Al igual que para el hombre, la voz es para el ave una forma de comunicaci�n y de expresi�n; as�, utilizan desde simples gritos hasta cantos melodiosos.

Con su voz proclaman la delimitaci�n de su territorio, con sus cantos y sus gritos galantean a sus parejas, alejan a los intrusos, advierten de los peligros y llaman al orden a los que se apartan del grupo.

Cuando est�n contentos, cantan bellas melod�as; si est�n tristes, permanecen silenciosos; cuando est�n enojados o asustados, gritan. Hay p�jaros mudos, como los kiwis y los cormoranes, el buitre americano y las cig�e�as, pero son minor�a. Otros, como los loros y las cacat�as, son ruidosos y parlanchines.

Si observas bien, la flauta y otros instrumentos tratan de imitar el canto de los p�jaros. A veces lo consiguen, aunque es dif�cil; porque los p�jaros, que son los grandes cantantes de la naturaleza, tienen muchos tipos de cantos. Un gorri�n puede hacer casi 900 variaciones de tono y cantar en un d�a... �2305 canciones! Los nahuas admiraban al cenzontle. Le dedicaron un poema: "Amo el canto del cenzontle, p�jaro de cuatrocientas voces".

Imagen donde aparece una ni�a observando unas aves

En distintas �pocas, los seres humanos han empleado a ciertos p�jaros como centinelas. Se cuenta que los gritos de los gansos despertaron a los habitantes de la antigua Roma y as� pudieron rechazar un ataque por sorpresa. En algunas regiones de Chile, el queltehue, un p�jaro grit�n parecido a la cig�e�a, reemplaza a los perros en la vigilancia nocturna.

A ciertos p�jaros se les pueden ense�ar canciones porque son buenos imitadores. El mejor imitador es el min� del Himalaya. El perico mexicano de cabeza amarilla, es un gran hablador y algunos son capaces hasta de imitar canciones populares.

Las aves tambi�n se comunican mediante diversos movimientos, como la manera de abrir el pico de los polluelos, el movimiento de las alas estando en el suelo o en el aire, o el r�tmico golpeteo producido por el pico de un p�jaro carpintero; todas son formas de comunicaci�n. Desde muy peque�os, los p�jaros cantan. Los polluelos comienzan a ensayar melod�as casi al mes de haber nacido.

Sus primeros trinos son d�biles; pero, imitando y repitiendo las canciones de sus padres, pronto logran perfeccionar el canto de la especie.

Imagen donde aparece un ni�o tratando de escuchar y comunicarse con un ave

Cuando llega el momento de buscar compa�ero para la reproducci�n, las aves mudan de plumaje. Es el plumaje nupcial. Tambi�n, realizan el cortejo. Habitualmente, �ste empieza en la primavera por iniciativa de los machos. En el cortejo, a las hembras, que son muy coquetas, les gusta que los galanes las atiendan, las arrullen y las asedien. El cortejo puede ser simple, de gesto solamente, o una complicada ceremonia. Las aves canoras, por lo general, hacen piruetas en el aire y las acu�ticas en el agua.

La mayor�a de los p�jaros viven con un solo compa�ero; esto es son mon�gamos. Eligen un territorio, hacen su nido y permanecen juntos. La duraci�n de la vida en com�n es variable, en algunas especies se mantiene s�lo hasta que la hembra pone los huevos; en otras puede prolongarse por a�os. No por eso dejan de ser pr�cticos: si un p�jaro mon�gamo enviuda, busca nueva pareja.

Hay tambi�n p�jaros pol�gamos, como los faisanes, avestruces y cuervos, que tienen m�s de una compa�era.

Imagen que representa el cortejo y el apareamiento entre aves

Casi todos los p�jaros construyen nidos. Escogen lugares seguros, cercanos al lugar donde est� la comida. Cada especie tiene su estilo para construirlos; por ello, los hay de gran variedad de formas.

El nido es el hogar de los p�jaros y de sus polluelos. All�, las hembras, los machos o ambos, incuban y protegen los huevos, vigilando luego el crecimiento de los reci�n nacidos.

El nido m�s peque�o es el del colibr�. El m�s grande es el del �guila calva, que pesa dos toneladas, y tiene algo as� como tres metros de profundidad y dos de di�metro. �Un verdadero edificio!

Imagen de un �guila calva posada sobre su nido

lunes, 25 de febrero de 2008

(HIERAAETUS PENNATUS)
Foto © Carlos Sanz

Águila calzada

(Hieraaetus pennatus)


Envergadura: 110 - 132 cm. Puesta: 2 (entre 1 y 3 huevos) Status: Estival
Longitud: 45 - 55 cm. Periodo Incubación: 35 días Nº parejas: 45 p.
Peso: Macho: 700 g.
Hembra: 900 g.
Primer vuelo:
Alimentación: Aves, lagartos, mamíferos,
anfibios e insectos.


Edad que llegan a adultos:


DESCRIPCIÓN:

Es el águila más pequeña de las encontradas en la Península ibérica. Presenta dos fases de colorido.

Adultos: Fase Clara: Frente clara, cabeza y cuello ocráceos con algunas estrías oscuras. El dorso y las cobertoras alares parde oscuro y las escapulares blanco amarrillento. Por debajo el ala prensenta un clor blanco con una franja oscura. La cola larga de puntas cuadradas, oscura por arriba y más clara por debajo.

Fase Oscura: En este caso son enteramente pardo negruzcas por debajo mientras que por la parte superior son las dos fases del mismo colorido.

Jóvenes: Muy parecidos a los adultos, se diferencian por ser más rojizos por debajo y presentar las cabeza también rojiza.

HÁBITAT:

Utiliza zonas forestadas principalmente de P. nigra y sylvestris con árboles grandes aunque puede utilizar bosques mixtos de Pinus sp. y Quercus sp. para instalar los nidos y zonas claras y los bordes de los bosques para la obtención de alimento.


NIDIFICACIÓN:

Construye los nidos en los árboles más grandes y junto al tronco principal. El nido esta compuesto en la base por ramas y troncos relativamente grandes y tapizados con hojas de pino. La llegada de los adultos a las zonas de cría se produce a finales de marzo principio de abril. Regresando a sus cuarteles de invernada a final de agosto y septiembre.

DISTRIBUCIÓN:

Se distribuye por toda la zona más occidental de la Comunidad Valenciana, sobre todo en las áreas con altitudes superiores a los 600 m. s.n.m. En invierno se pueden observar algunos individuos solitarios en las zonas húmedas litorales.

EVOLUCIÓN:

Como el resto de las rapaces forestales en los últimos años ha visto reducido su área de nidificación, debido sobre todo a las talas forestales abusivas y a los incendios forestales. Además existen parejas muy concretas que son perseguidas por cazadores, columbaires y cetreros(*). Se observa una gran regresión de la especie en los últimos años al comprobar las pocas parejas existentes en la actualidad.

(HIERAAETUS PENNATUS)
Foto © Carlos Sanz

Águila calzada

(Hieraaetus pennatus)


Envergadura: 110 - 132 cm. Puesta: 2 (entre 1 y 3 huevos) Status: Estival
Longitud: 45 - 55 cm. Periodo Incubación: 35 días Nº parejas: 45 p.
Peso: Macho: 700 g.
Hembra: 900 g.
Primer vuelo:
Alimentación: Aves, lagartos, mamíferos,
anfibios e insectos.


Edad que llegan a adultos:


DESCRIPCIÓN:

Es el águila más pequeña de las encontradas en la Península ibérica. Presenta dos fases de colorido.

Adultos: Fase Clara: Frente clara, cabeza y cuello ocráceos con algunas estrías oscuras. El dorso y las cobertoras alares parde oscuro y las escapulares blanco amarrillento. Por debajo el ala prensenta un clor blanco con una franja oscura. La cola larga de puntas cuadradas, oscura por arriba y más clara por debajo.

Fase Oscura: En este caso son enteramente pardo negruzcas por debajo mientras que por la parte superior son las dos fases del mismo colorido.

Jóvenes: Muy parecidos a los adultos, se diferencian por ser más rojizos por debajo y presentar las cabeza también rojiza.

HÁBITAT:

Utiliza zonas forestadas principalmente de P. nigra y sylvestris con árboles grandes aunque puede utilizar bosques mixtos de Pinus sp. y Quercus sp. para instalar los nidos y zonas claras y los bordes de los bosques para la obtención de alimento.


NIDIFICACIÓN:

Construye los nidos en los árboles más grandes y junto al tronco principal. El nido esta compuesto en la base por ramas y troncos relativamente grandes y tapizados con hojas de pino. La llegada de los adultos a las zonas de cría se produce a finales de marzo principio de abril. Regresando a sus cuarteles de invernada a final de agosto y septiembre.

DISTRIBUCIÓN:

Se distribuye por toda la zona más occidental de la Comunidad Valenciana, sobre todo en las áreas con altitudes superiores a los 600 m. s.n.m. En invierno se pueden observar algunos individuos solitarios en las zonas húmedas litorales.

EVOLUCIÓN:

Como el resto de las rapaces forestales en los últimos años ha visto reducido su área de nidificación, debido sobre todo a las talas forestales abusivas y a los incendios forestales. Además existen parejas muy concretas que son perseguidas por cazadores, columbaires y cetreros(*). Se observa una gran regresión de la especie en los últimos años al comprobar las pocas parejas existentes en la actualidad.

EL AGUILA

El águila es el nombre genérico en singular dado a las mayores aves depredadoras, en plural hablando de éstas se dice las águilas.
Las diversas especies y subespecies de águilas pueden ser encontradas en casi cualquier parte del planeta excepto en la Antártida. Son miembros de las aves de presa, del orden de los Accipitriformes (o Falconiformes, acorde a una clasificación alternativa), familia Accipitridae, subfamilia Buteoninae. Pertenecen a varios géneros, los cuales están sujetos a una reclasifición más adecuada puesto que los expertos no llegan a una opinión consensuada. Las águilas se caracterizan principalmente por su gran tamaño, constitución robusta y cabeza y pico pesados.

Águila Mochica. Museo Larco. Lima-Perú.
Águila Mochica. Museo Larco. Lima-Perú.

Como todas las aves de presa, las águilas poseen un pico grande, poderoso y puntiagudo para desprender la carne de su presa. Cuentan también con tarsos y garras poderosos, llama también la atención la fuerza de las águilas, fuerza que les posibilita alzar en vuelo a presas bastante más pesadas que ellas. Además poseen una vista extremadamente aguda que les permite visualizar potenciales presas a distancia, por ejemplo el águila real posee dos puntos focales en sus ojos, uno para mirar de frente y otro para focalizar la mirada hacia los costados escudriñando a la distancia.

Primer plano de un águila calva
Primer plano de un águila calva

Las águilas ha sido utilizadas por muchos pueblos como símbolo nacional y especialmente símbolo imperial, mostrando tanto poderío como belleza. Del Imperio Romano es que, en general, otros estados han tomado la forma más usual del emblema con un águila; el Imperio Bizantino aportó el símbolo del águila bicéfala.

El águila era sinónimo de poder para muchos pueblos antiguos como los Mochica del antiguo Perú, mayas, aztecas y egipcios. Amón-Ra, la más grande deidad de los antiguos egipcios, era representado como un hombre con cabeza de águila.

viernes, 22 de febrero de 2008

INFORMATE.....................

El águila es una de las aves de mayor longevidad. Llega a vivir setenta años. Pero para llegar a esa edad, en su cuarta década tiene que tomar una seria y difícil decisión.

A los cuarenta años, sus uñas se vuelven tan largas y flexibles que no puede sujetar a las presas de las cuales se alimenta. El pico, alargado y en punta, se curva demasiado y ya no le sirve. Apuntando contra el pecho están las alas, envejecidas y pesadas en función del gran tamaño de sus plumas, y para entonces, volar se vuelve muy difícil. En ese momento, sólo tiene dos alternativas: abandonarse y morir, o enfrentarse a un doloroso proceso de renovación que le llevará aproximadamente ciento cincuenta días.

Ese proceso consiste en volar a lo alto de una montaña y recogerse en un nido próximo a un paredón donde no necesita volar y se siente más protegida. Entonces, una vez encontrado el lugar adecuado, el águila comienza a golpear la roca con el pico hasta arrancarlo. Luego espera que le nazca un nuevo pico con el cual podrá arrancar sus viejas uñas inservibles. Cuando las nuevas uñas comienzan a crecer, ella desprende una a una sus viejas y sobrecrecidas plumas.

Y después de todos esos largos y dolorosos cinco meses de heridas, cicatrizaciones y crecimiento, logra realizar su famoso vuelo de renovación, renacimiento y festejo para vivir otros treinta años más.

oooOOOooo

Todos debemos enfrentarnos en nuestras vidas a procesos de renovación y cambio, queramos o no, si queremos continuar viviendo con nosotros mismos. Es necesario vivir el dolor, de interiorizarlo y de sufrirlo, hasta que lo conocemos profundamente, le vemos la cara y, frente a frente, somos capaces de decirle "aquí estoy", como la única forma de superarlo. De nada sirve esconderse, huir del miedo, huir de los cambios...

Todos somos águilas a lo largo de nuestra vida. En mayor o menor medida, todos tendremos que someternos a procesos de renovación, siempre profundos, siempre dolorosos. Pero siempre positivos. No tenemos elección, no podemos huir, sólo podemos retrasar el inevitable encuentro.

Los cambios siempre están unidos al sufrimiento. Sin sufrimiento no habrá cambios reales. Y sin sufrimiento no hay crecimiento.

Nadie es capaz de avanzar sin encontrarse piedras en el camino. Podemos rodearlas, evitarlas, y nos pasaremos toda nuestra vida escapando de nosotros mismos...

... O podemos enfrentarnos a ellas, sacar fuerza de donde difícilmente pensamos que hay más, y apartar esas piedras del camino. Y todo cambiará. Esa piedra nunca volverá a ser un obstáculo; aunque tengamos que recorrer de nuevo el mismo camino no estará allí, no para nosotros.

Los caminos de la vida son muchas veces circulares, siempre recorremos los mismos senderos, en distinta manera. Aprendamos a quitar las piedras, aunque sea un trabajo muy duro. Seamos águilas, y creceremos como las águilas, dispuestas a remontar su segundo gran vuelo, el más bello, porque todo lo viejo, inútil e inservible se habrá quedado, junto con el intenso dolor sufrido, en el camino...

Conozco yo un águila de esas... un águila fuerte, valiente, con un corazón que no le cabe en el pecho, culminando su proceso de renovación... supongo que seré capaz de reconocerla, volando majestuosa, imponente, surcando las tierras de Compostela, en breve tiempo...

jueves, 21 de febrero de 2008

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